Esti añu el día grande cayó de domingo y el viernes por la noche falleció repentinamente un vecinu de la localidad, entusiasta de la fiesta, por lo que los actos lúdicos se redujeron al mínimu, como muestra de cariñu y solidaridad. Con esti precedente, non se tiraron volaores, ni tocamos l'alborá polas calles del pueblu, sin embargu el ramu salió de la casa del difuntu, pues la familia pensó que así sería el deseu del fináu y la comisión aceptó su voluntad. Ya na puerta l'iglesia, el sacerdote bendijo el ramu y se inició la procesión religiosa, (esti añu sin mariachi); posteriormente se celebró la misa, cola presencia del vicariu del oriente, repartiendo los panes del ramu a la salida; no hubo puya, sino la voluntad de cada cual. Finamos la jornada folclórica tocando unes pieces delante el bar de Aída.
domingo, 29 de julio de 2012
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