El Día Grande de la fiesta de Trescares coincidió con el del patrón y, tal como nos encargaron, a las once de la mañana comenzó el pasacalles de rigor, mientras las vecinas se iban vistiendo col traje de llanisca y los varones desperezaban sin demasiada urgencia. Media hora antes de la misa empezaban a llegar las mozas al local del ramu, a ultimar los preparativos y organizar el trasladu hasta la iglesia. Al final de la ceremonia el cura informó a los feligreses de que se suspendía la procesión, ya que no tenía allí la custodia, sin la cual no se podía realizar...;en símil taurinu la noticia desembocó en "pitos y palmas", mientras las féminas lamentaban el sucesu los varones celebraban el adelantu de la sesión vermú; tocamos unas piezas mientras se caldeaba el ambiente y la gente calentaba motores pál homenaje gastronómicu familiar. A eso de las cinco de la tarde, retomamos los instrumentos y acompañamos el regresu del ramu, de la iglesia a la bolera, pa la subasta; mientras tantu los varones disputaban un campeonato de tute, digestivos aparte. Tras la subasta, garramos de nuevu los trastos y amenizamos el puestu de la Comisión hasta que la orquesta estuvo en disposición de danos el relevu. En resumen, un día prestosu entre amigos y vecinos; inclusu volvimos a la verbena después de cenar, a echar unos bailes y tomar unas botellas de sidra, ¡que ya era hora!
domingo, 4 de noviembre de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)